La historia de MI rompope ...

Desde pequeña durante las fiestas navideñas recuerdo a mi madre preparando rompope, deliciosos y cremosito. Cuando me casé tomé la receta prestada, nunca la copié e hice rompope dos veces hasta que la receta misteriosamente desapareció, bueno en realidad mi mamá la botó, ordenando pensó que era uno de sus tantos apuntes y nada la perdimos, durante los años siguientes intenté prepararlo con lo que recordaba pero todos los intentos fueron fallidos, el año pasado fué el peor de todos no se que hice que al final aquello era una mezcla de flan super espeso con mucho huevo y no, no horrible.

Así que pensé darme por vencida, ya listo se perdió, olvidé el rompope casero y compré el agüado y feo rompope que venden en el supermercado. Pero hace unos domingos atrás luego de la hermosa presentación de El Cascanueces, como una revelación divina, me encontré en la tiendita de recuerdos del Teatro Nacional, entre mil tesoros de artesanos nacionales, un libro de recetas típicas costarricenses Gallito Pinto, y en cuanto empiezo a ver las páginas, sin ilustraciones, algo que no me gusta en los libros de cocina, ZAZ Rompope Navideño, en ese momento pensé  -no que va la receta nunca va hacer la misma- dejé el libro a un lado y continué viendo cositas lindas, en eso mi marido me dice -comprálo- entonces pesé, bueno que más da también tiene la receta del picadillo de chayote, el cual me encanta y no se preparar, así que lo compramos.



Ya he preparado tres rompopes y mañana si todo sale bien voy a preparar el cuarto de la temporada, eso si ninguno lo he tomado sola siempre con compañía porque esa es una de las cosas lindas de esta época, no son los regalos es el tiempo que uno le dedica a la gente que aprecia y el que ellos le dedican a uno. Salud!!!

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